COMIENZOS PROMETEDORES (XLVII)
57. Sylvie, Gérard de Nerval
Salía yo de un teatro donde todas las noches aparecía en el palco de proscenio con mi mejor atuendo de pretendiente. A veces todo estaba lleno, a veces todo estaba vacío. Poco me importaba detener la mirada sobre una platea poblada solamente por una treintena de aficionados forzados, sobre unos palcos adornados con gorros o vestimentas anticuadas; o bien formar parte de una sala animada y vibrante, coronada en todos sus pisos por vestidos floridos, joyas resplandecientes y rostros radiantes. Indiferente al espectáculo de la sala, el del teatro no me detenía mucho, excepto cuando en la segunda o tercera escena de una tediosa obra maestra de entonces, una aparición bien conocida iluminaba el espacio vacío, devolviendo la vida con un aliento y una palabra a aquellas vanas figuras que me rodeaban. (trad. Mateo Cardona Vallejo).
Comentarios
Publicar un comentario
Comenta y participa