GALAXIA CERVANTINA: ALGUNAS TENTATIVAS SOBRE EL LICENCIADO VIDRIERA (I)

PEQUEÑA ANTOLOGÍA DE TEXTOS  SOBRE 

EL LICENCIADO VIDRIERA

«Ha sido repetidamente observado el parecido entre la historia de Tomás Rodaja y la de don Quijote. Tomás está totalmente abocado al estudio del derecho y de las letras, así como don Quijote lo está a la lectura de los libros de caballerías. Don Quijote cuerdo sale rápidamente de escena, y lo mismo Tomás Rodaja. Ambos son de modesta extracción, y su pasión por la lectura es una forma de afirmar una personalidad superior al papel que les ha asignado su nacimiento. Hay sin embargo una diferencia sustancial: Tomás Rodaja no enloquece por culpa de sus lecturas, como don Quijote. La locura de Tomás es muy singular, pero se han encontrado muchos casos equivalentes en la historia y en los tratados de medicina del tiempo».

«La estructura psicológica de El licenciado Vidriera», Cesare Segre, en Actas del I Coloquio Internacional de la Asociación de Cervantistas, 1990, pp. 53-62.



«Después del infortunado incidente del membrillo, ofrecido con oscuras intenciones, el brillante joven se convierte en un orate alucinado por una obsesión y así permanecerá a lo largo de las casi dos terceras partes del texto. Sin embargo, se nota la forma en que la monomanía contrasta con la sabiduría de sus juicios y lo bien dispuesto de sus razones. Dejando a un lado la causa de su mal, la reflexión se debe orientar hacia el efecto que el enajenado produce en la sociedad. La mirada del licenciado Vidriera, lejos de ser disparatada, es absolutamente cuerda como si sometiera su ámbito social a un vidrio de aumento, a una lupa que le permitiera examinarlo con más detalle y lo que encuentra se expresara en la serie de apotegmas que le dan su sabor al texto».

«El Licenciado Vidriera y la mirada crítica de Cervantes», Jorge Enrique Rojas Otálora, en Peregrinamente peregrinos, actas del V Congreso Internacional de Cervantistas, Lisboa, 2003, pp. 1687-1696.




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