FERNÁN PÉREZ DE OLIVA: DIÁLOGO DE LA DIGNIDAD DEL HOMBRE

 



Síntesis biográfica de Fernán Pérez de Oliva

Nació en Córdoba en 1494 y falleció en agosto de 1531, en Medina del Campo. Hijo de un médico con inquietudes culturales, y autor al parecer de una obra geográfica titulada La imagen del mundo, nuestro escritor se beneficiaría desde sus años mozos de un clima familiar favorable al saber.

Se formó en Salamanca, donde obtuvo el título como bachiller en Artes. Prosiguiría  sus estudios en la Universidad de Alcalá. En 1512 viajó a Francia, donde trabó una relación personal con el matemático Juan Martínez Guijarro. Tres años después, y gracias a la intervención de un tío suyo que estaba al servicio del papado, pudo asentarse en Roma. Su estancia allí se prolongó durante otros tres fecundos años, que resultarían decisivos para lograr la plena madurez humanística. En 1518, tras un corto período en tierras españolas, retornará a París para asumir diversas tareas docentes.

En 1525 se asentó de forma definitiva en España, y solo cuatro años más tarde será nombrado rector de la prestigiosa Universidad de Salamanca. Ya en 1530, gana también la cátedra de Teología Moral de Durando. 

A pesar de su breve existencia, Pérez de Oliva nos legó una obra bastante variada y abundante. En conjunto, su variado quehacer intelectual comprende las facetas típicas del hombre de letras de aquel tiempo: poesía, trabajos sobre filosofía moral, discursos, diálogos y traducciones del griego y del latín. 

Dignitas hominis vs miseria hominis

El Diálogo de la dignidad del hombre es, según la opinión de los estudiosos, la obra más lograda de Pérez de Oliva. Su argumento es simple: dos amigos, Aurelio y Antonio, dialogan y polemizan. Cada uno asume una postura definida: el primero, que se muestra pesimista y misántropo, denuesta sin fisuras la dignidad del ser humano; el segundo, más optimista, la ensalza con encendido entusiasmo, al considerarla vivo reflejo de la divinidad. Finalmente, un tercer personaje, el sabio Dinarco, asume el papel de juez y será el encargado de decidir quién de los dos litigantes lleva razón.

Sabido es que la dignitas hominis fue un tema caro para los humanistas italianos —como ejemplos ilustrativos, bastará mencionar los nombres de Giannozo Manetti, que escribió De dignitate et excellentia hominis, o Giovanni Pico della Mirandola, con su De hominis dignitate (Rivas, 2011)—, si bien contamos con destacados antecedentes en el panorama literario bajomedieval y en la literatura clásica latina.


DINARCO.—  ¿Qué disputa es?

ANTONIO.—Sobre el hombre es nuestra contienda, que Aurelio dice ser cosa vana y miserable y yo soy venido a defenderlo; y querémoste rogar tú seas nuestro juez, a quien todos con muncha razón acatan por sabio principal.

DINARCO.— Yo quisiera ser merecedor de la estima en que me tenéis, por cumplir vuestra voluntad como deseo. Pero, de cualquier manera que sea, yo y estos mis amigos holgaremos de oír tan buena disputa, y yo confío tanto de vuestros ingenios y saber, que no se os esconderán las razones que para esta contienda oiredes menester; de donde yo pienso quedar tan instruido, que habré cobrado aviso para no errar en la sentencia.

ANTONIO.— Pues tú nos muestras la manera que debemos tener en esta disputa.

DINARCO.—  Porque no se confundan vuestras razones, me parece que cada uno diga por sí su parecer entero. Tú, Aurelio, dirás primero, y después te responderá Antonio; y así guardaréis la forma de los antiguos oradores, en cuyas contiendas el acusador era el primero que decía, y después el defensor.

 

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

 

Pérez de Oliva, F. (1982). Diálogo de la dignidad del hombre. (M. L. Puga, ed.) Madrid: Editora Nacional.

Rivas Hernández, A. (2011). «Humanismo cristiano en el Diálogo de la dignidad del hombre, de Fernán Pérez de Oliva». Anuario de Estudios Filológicos, pp. 173-188.

Ruiz Pérez, P. (s.f.). Real Academia de la Historia. Diccionario Bibliográfico electrónico. Obtenido de https://dbe.rah.es/

Comentarios