ROMANCE DE SAYAVEDRA





Río Verde, río, Verde

más negro vas que la tinta.

Entre ti y Sierra Bermeja

murió gran caballería.

Mataron a Ordiales,

Sayavedra huyendo iba;

con el temor de los moros

entre un jaral se metía.

Tres días ha, con sus noches,

que bocado no comía;

aquejábale la sed

y la hambre que tenía.

Por buscar algún remedio

al camino se salía:

Visto lo habían los moros

que andan por la serranía.

Los moros, desque lo vieron,

luego para él se venían.

Unos dicen: —¡Muera, muera!,

otros dicen: —¡Viva, viva!

Tómanle entre todos ellos,

bien acompañado iba.

Allá le van a presentar

al rey de la morería.

Desque el rey moro lo vido,

bien oiréis lo que decía:

—¿Quiénes ese caballero

que ha escapado con la vida?

—Sayavedra es, señor,

Sayavedra el de Sevilla,

el que mataba tus moros

y tu gente destruía,

el que hacía cabalgadas

y se encerraba en su manida.

Allí hablara el rey moro,

bien oiréis lo que decía:

—Dígasme tú, Sayavedra,

sí Alá te alargue la vida,

si en tu tierra me tuvieses,

¿qué honra tú me harías?

Allí habló Sayavedra,

de esta suerte le decía:

—Yo te lo diré, señor, 

nada no te mentiría:

si cristiano te tornases,

grande honra te haría

y si así no lo hicieses,

muy bien te castigaría:

la cabeza de los hombros

luego te la cortaría.


—Calles, calles, Sayavedra,

cese tu malenconía;

tórnate moro si quieres

y verás qué te daría:

darte he villas y castillos

y joyas de gran valía.

Gran pesar ha Sayavedra

de esto que oír decía.

Con una voz rigurosa,

de esta suerte respondía:

—Muera, muera Sayavedra

la fe no renegaría,

que mientras vida tuviere

la fe yo defendería. 

Allí hablara el rey moro

y de esta suerte decía:

—Prendedlo, mis caballeros,

y de él me haced justicia.

Echó mano a su espada,

de todos se defendía;

mas como era uno solo,

allí hizo fin su vida.


Río Verde: río de la provincia de Málaga.

Sierra Bermeja: sierra de la provincia de Málaga.

Urdiales: las crónicas hacen referencia a un tal Urdiales u Ordiales, fallecido en la emboscada de 1448, y yerno de Sayavedra. 

jaralmata del arbusto llamado jara. 

rigurosa: áspera, dura.  

Este un romance histórico, perteneciente al ciclo fronterizo, que destaca por su brillante y abrupto inicio, con dos versos cargados de potencia visual y cromática: «Río Verde, río, Verde/más negro vas que la tinta». Obviamente, el color de las aguas se ha ennegrecido por la sangre de los caballeros muertos.

En realidad, este romance no sigue con fidelidad los hechos históricos (un encuentro de moros y cristianos acaecido en 1448), porque don Juan de Saavedra, sobresaliente caballero andaluz y alcaide de Jimena de la Frontera, no murió, sino que fue liberado por los moros en el año 1450, con el pago del correspondiente rescate. Por tanto, en el poema se aprecia un clara idealización del héroe, que es presentado como paradigma del mártir cristiano, que no reniega nunca de su fe, incluso cuando su vida se ve amenazada.

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