EL CORREO DEL ZAR

Un clásico indiscutible de la novela de aventuras, una de las obras más célebres del gran Julio Verne, un libro para jóvenes y mayores, una historia trepidante e irrepetible.

Los tártaros han invadido las provincias siberianas de Rusia. Se han cortado todas las comunicaciones y la ciudad de Irkust, capital de Siberia Oriental, ha quedado totalmente aislada. Alguien tiene que avisar al Gran Duque, hermano del Zar, de que el traidor Iván Ogareff planea un atentado para acabar con su vida. Para esta secreta misión, el elegido es Miguel Strogoff, correo del zar, quien emprenderá un viaje plagado de dificultades y peligros por la vasta geografía del país, en un larga travesía de más de 5.000 km... 



Nadia volvió a ocupar su asiento en el fondo de la caja, y Miguel Strogoff se sentó a su lado. Delante de la capota, completamente bajadas, colgaban dos cortinas de cuero que debían abrigar, en cierta medida, a los viajeros contra la lluvia y las ráfagas de viento.

Dos gruesas linternas se habían fijado en el lado derecho del asiento del iemschik, y lanzaban oblicuamente unas luces blancuzcas poco idóneas para alumbrar la ruta. Pero eran las luces de posición de vehículo, y, aunque apenas disipaban la oscuridad, al menos podían impedir el abordaje de algún otro vehículo que corriera en dirección contraria. 

Como se ve, habían tomado todas las precauciones, y ante aquella noche amenazadora, convenía tomarlas.

—Nadia, ya estamos listos—dijo Miguel Strogoff.

—Partamos pues —respondió la joven.

Trad. Mauro Armiño

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