YERMA, «TRAGEDIA DE LA MUJER ESTÉRIL»
Es el año 1934. Un Federico García Lorca (1898-1936) en pleno apogeo creativo concede una entrevista al también escritor Juan Chabás para las páginas del diario Luz:
«Ahora voy a terminar Yerma, una segunda tragedia mía. La primera fue Bodas de sangre. Yerma será la tragedia de la mujer estéril. El tema, como usted sabe, es clásico. Pero yo quiero que tenga un desarrollo y una intención nuevos. Una tragedia con cuatro personajes principales y coros, como han de ser las tragedias. Hay que volver a la tragedia. Nos obliga a ello la tradición de nuestro teatro dramático».
TEXTOS Y SUGERENCIAS
Yerma vive como mujer una profunda contradicción. Acepta el rasgo fundamental que definía el modelo femenino predominante en la sociedad de su tiempo, el destino maternal, pero se rebela frente a otras de sus características. No se resigna, no acepta pasivamente su esterilidad, no calla en silencio el dolor de su pena, se enfrenta abiertamente a la autoridad marital. El autor la presenta atrapada en una situación límite que pone de manifiesto, mejor que cualquier alegato, las contradicciones del sistema patriarcal imperante y la victimización que las mujeres sufrían por su causa. Yerma vive obsesionada con la idea de ser madre.
Pilar Nieva de la Paz, . “Identidad Femenina, Maternidad y Moral Social: ‘Yerma’ (1935), de Federico García Lorca.” Anales de La Literatura Española Contemporánea, vol. 33, no. 2, 2008, pp. 373–94. JSTOR, http://www.jstor.org/stable/27742558.
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