DAR LA LATA
«Hijo, deja de dar la lata». ¿Cuántas veces hemos escuchado de pequeños esta expresión? ¿Cuántas veces, ya de mayores, la hemos repetido para apaciguar a nuestros propios hijos? El diccionario de la Real Academia Española ofrece una clara definición de esta locución verbal coloquial con la que todos estamos familiarizados:
dar la lata, o dar lata, a alguien

1. locs. verbs coloqs. Molestarlo, importunarlo, aburrirlo o fastidiarlo con cosas inoportunas o con exigencias continuas.
Ciertamente, todos conocemos la expresión, pero ¿cuál es el origen de la misma?
El añorado y admirado D. Fernando Lázaro Carreter recordó en alguna ocasión que esta tenía mucho que ver con razones de índole histórica:
Así, daban la lata los soldados viejos que, en el XVII, andaban de despacho en despacho mendigando compensación a sus cicatrices y a las proezas que adveraba aquel rollo de documentos metidos en un tubo de lata. De ahí pudo venir también la equivalencia hoy perfecta de latazo y rollo.
Lázaro Carreter, 6 de junio de 2019 «El rollo», El País.
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